Tradicionalmente, el sector inmobiliario se considera una inversión de capital sólida y atractiva.
Hay muchas razones por las que un inmueble tiene sentido como inversión. Nos gustaría mencionar tres de ellas:
Rendimiento estable
En general, los inmuebles han tenido un comportamiento positivo a largo plazo. Aunque puede haber fluctuaciones a corto plazo, los precios de los inmuebles han tendido a subir a largo plazo. Esto permite a los inversores beneficiarse de la revalorización del capital.
Protección contra la inflación
La propiedad inmobiliaria puede actuar como protección contra la inflación. Cuando suben los precios de los bienes y servicios, suele subir también el valor de los inmuebles. Como los alquileres suelen subir en función de la inflación, los inversores inmobiliarios pueden aumentar sus ingresos en consecuencia.
Ventajas fiscales
Los inversores pueden depreciar el valor de su propiedad para reducir su carga fiscal. Además, gastos como los intereses hipotecarios, los gastos de mantenimiento y los costes de cuidado son deducibles de impuestos.
Convertirse en propietario y poseer una propiedad como previsión para la jubilación es, por tanto, un elemento importante para la prosperidad en la tercera etapa de la vida. Por eso es tan importante centrarse en lugares con un alto grado de seguridad (palabra clave: situación económica, perspectivas de futuro, desarrollo demográfico, etc.).
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